Desde Gastrosud, servicio de viandas en Mendoza, te invitamos a leer este interesante artículo sobre sus propiedades, beneficios y contraindicaciones.
El té blanco es unos de los primeros de la lista entre las bebidas saludables. Hoy día todos ponderan su sabor y destacan los beneficios que tiene para la salud, desde grandes investigadores médicos hasta chefs, pero ¿sabemos de donde proviene el té blanco y cuáles son sus beneficios y propiedades? Buena parte de los eruditos en té saben que todos los tipos de té provienen del arbusto de té (Camellia Sinensis) pero, ¿qué métodos hacen que las hojas de esta planta terminen transformarse en un tipo de té o en otro?
Dado su proceso de fabricación, el gusto del té blanco también es más ligero en comparación con otros tipos de té. Muchos lo describen como suave y sedoso, con un tenue toque dulce, que queda lejos del intenso sabor a hierbas que puede dejar el té verde.
Que las hojas de té se conviertan un tipo de té o en otro depende fundamentalmente del proceso de elaboración que haga luego de haber sido arrancada. En el caso del té blanco el procesamiento es mínimo, por lo que las propiedades y beneficios del mismo se maximizan. Sus hojas son peladas frescas, y se dejan secar al aire, al sol, o mecánicamente para que queden blancas.
Propiedades y beneficios del té blanco
Las propiedades y beneficios que se atribuyen al té blanco son las siguientes:
Las catequinas y otros tipos de antioxidantes presentes en el té ayudan a aumentar los niveles de colesterol bueno en sangre, al tiempo que disminuyen el colesterol malo. Esto impide que se bloquee el flujo sanguíneo y el endurecimiento de las arterias, lo que favorece el buen funcionamiento del corazón.
Su alto contenido en flúor ayuda a mantener la dentadura fuerte y saludable, lo que reduce el riesgo de padecer caries. Además, gracias a la poca coloración que tiene este tipo de té frente al té verde o el té negro, tus dientes no cambiarán de color.
Gracias sus numerosas propiedades antioxidantes, este tipo de té es capaz de favorecer el cuidado y reparación de la piel, protegiéndola contra los efectos nocivos de la luz ultravioleta.
El té blanco es capaz de retrasar el proceso de envejecimiento, así como reducir el riesgo de vejez prematura gracias a que contiene hasta tres veces más polifenoles que el té verde, lo que eleva las defensas y nos mantiene jóvenes y sanos.
Tiene tantos antioxidantes como el té verde. Además, algunos estudios han mostrado que el consumo de té blanco puede potenciar los efectos antioxidantes sobre algunos órganos del cuerpo, así como aumentar el plasma sanguíneo.
Adicionalmente se estudian otros beneficios que podría tener el té verde para la salud, como pueden ser sus beneficios para diabéticos, ya que se le relaciona con una reducción en los niveles de glucosa en sangre e incluso con la producción natural de insulina. Además, cuenta con propiedades antibacterianas y es efectivo en la lucha contra el sobrepeso.
Las contraindicaciones del té blanco
En comparación a otros tipos de té, el blanco no tiene prácticamente contraindicaciones, sólo al igual que el resto de este tipo de bebidas, su alto contenido en cafeína, ya que algunas personas se podrían ver afectadas por un aumento de la frecuencia cardiaca, ansiedad y dificultades para conciliar el sueño. A pesar de esto, el té blanco contiene la mitad de cafeína que el té verde, por lo que es la mejor opción si estas personas desean tomar té.
Si se ingieren cantidades desproporcionadas de té blanco, otro efecto secundario es que puede reducir los niveles de potasio en el cuerpo, algo que podría causar problemas gastrointestinales como dolor abdominal, vómitos, náuseas o diarrea.
Para finalizar, también se le acusa de que podría reducir la absorción del hierro contenido en determinados vegetales, por lo que las personas que padezcan anemia deberían reducir el consumo de esta bebida.
Fuente: infografiasyremedios.com
